viernes, enero 13, 2006

Prey

Bueno, pues ya se acabó "Prey", de Michael Crichton, el de Jurassic Park. Algo de ello hablaba en la entrada anterior, que para perder la costumbre, hoy se encuentra relativamente cerca.

Sobre el libro, http://www.crichton-official.com/prey/ , puede que haya sido el primer libro de auténtica ciencia ficción que haya leído. De hecho, para ser totalmente sincero, no lo sé puesto que no sé qué debe tener un libro para ser de ciencia ficción. Por una vez me arriesgaré a no mirar en el diccionario de la RAE ... bueno, mejor no, lo busco en la RAE y ya está :-D.

~ Ciencia ficción.

1. f. Género de obras literarias o cinematográficas, cuyo contenido se basa en hipotéticos logros científicos y técnicos del futuro.

La verdad es que cuando era pequeño, tenía la sensación (quizás por mis padres), de que Ciencia ficción era todo aquello que era increíble, fantasioso muchas veces, y algunas veces fantástico. Pero con el tiempo vas intuyendo que Bola de Dragón no es ciencia ficción por muy increíble, fantasioso o fantástico que fuera.

Bueno, a lo que vamos, que Prey es posiblemente el primer libro de Ciencia ficción que leo, al menos después de los de Julio Verne. La historia trata de un conjunto (enjambre) de nano-robots que fueron creados para ser usados en misiones militares. La intención primitiva era que formaran gran movilidad y que no pudiera ser abatida por las armas convencionales. El experimento, como suele pasar en todos los experimentos de libros o películas de este tipo, sale horriblemente mal y de repente el ser humano, encasillado desde hace años en su papel de depredador, tiene que cambiar el nano-chip para no convertirse en una presa fácil. Y eso es lo que logra, convertirse en una presa (prey) no fácil.

El prota es un informático en paro cuyo trabajo había sido reutilizado en la programación de los bichejos. Cuida de su casa, su hija adolescente, su hijo "esto no es justo" y una deliciosa recién nacida de meses. Y todo esto debe dejarlo a un lado momentáneamente para ir a la empresa de la mujer (psicóloga infantil, aunque vicepresidenta de la compañía tecnológica) a matar bichos. Allí, encerrados en una especie de búnker, con un almacén al lado que haría las delicias de McGyver, el protagonista se las verá y se las deseará para salir casi indemne de todo ello. Nunca ha sido un atleta que sepamos, es más, está fondoncillo el hombre, pero eso no será óbice ni cortapisa para escapar de la muerte no menos de 4 veces y que el día después, cuando no debería ni poder moverse de las agujetas, tenga tiempo de andar haciendo actuaciones circenses, colgado de mil sitios.

Tampoco es cuestión de desvelar mucho, claro está. Pero vamos que ve uno reflejadas en el libro, alguna de esas típicas películas peliculeras, algo así como "Cuando ruge la marabunta", pero con nano-robots. A pesar de todo es entretenido. Se deja leer, sobre todo si a uno le gustan esos conceptillos psicológicos/filosóficos/científicos con los que Crichton lo va sazonando todo.

Aunque hay algo curioso en el libro, prácticamente todos los que salen trabajan en una compañía tecnológica, pero no empezaron en ello sino por casualidad. La mujer es psicóloga/vicepresidenta, el prota viene a ser biólogo/informático, otra compañera igual, otro programador también empezó en lo de la programación por Hobby, etc, etc. Vamos, como la vida misma :-D.

Por último, como dice el autor en su página web ...

How do you know when you've done enough research on a book and when it's time to write? You run out of time. The publishers start calling and saying "How's it going?" And you haven't started writing yet and you told them it was going great two months earlier. These are the things that make you stop doing research and start writing. Never.

Pues algo así me pregunto yo. ¿Cuándo es tiempo de dejar de escribir sobre un libro ya escrito y sin intención de criticarlo ni de venderlo?. Pues probablemente ahora. Por cierto, el próximo es gordo y probablemente tardará. Eso sí lo leeré en español, y es que, aunque los voy racionando, ya se me están acabando los libros que me traje de Chicago :-D.

Un saludo, Domingo.

domingo, enero 01, 2006

El rey de los pleitos

Parece que en EEUU los autores se especializan en un tema y van a muerte con él. Al menos ésa es mi experiencia tras leer libros de Dan Brown (ciencia/matemática/lógica/arte), Tom Clancy (ejército) y John Grisham (abogados). Además el próximo que voy a leer es "Prey" de Michael Crichton, archiconocido por “Jurassic Park” y la serie "Urgencias" y al que por tanto parece que le va la biología/medicina.

Centrándonos en este libro (El rey de los pleitos de John Grisham), el protagonista es Clay Carter, un abogado don nadie de 30 años que de la noche a la mañana se encuentra representando a miles de personas en demandas colectivas contra toda gran compañía que se mueva. Consigue unos acuerdos multimillonarios para él y decepcionantes para sus representados. Empieza así un viaje de ida y vuelta en el que él se va convirtiendo en todo aquello que desprecia del resto de abogados que se dedican a las demandas colectivas.

Aunque uno tiende a identificarse con el protagonista y por tanto a ser indulgente con él, uno se va volviendo incómodo con esta afección que en un primer momento se le coge al señor Carter. Yo personalmente iba diciendo: “sí, yo actuaría así” “no sé si yo actuaría así”, “no, yo definitivamente no actuaría así”.

Por otro lado, lo realmente interesante de la obra es cómo te va desvelando los entresijos de las demandas colectivas, los anhelos y los miedos de demandantes, abogados y demandados. El más vale pájaro en mano que ciento volando, el cómo se desprecia un acuerdo favorable al cliente con tal de mantener el beneficio del abogado, las leyes de bancarrota y sobre todo, el “canibalismo” de los abogados buenos que se dedican a demandar a los abogados malos :-D.

De vez en cuando llegan a nuestros oídos ecos de alguna macro demanda, como aquélla contra las empresas productoras de tabaco. Y siempre, como coletilla suele ir que las empresas intentan por todos los medios que no prosperen las querellas colectivas porque ir caso a caso es para ellos mucho mejor ya que no tienen que soltar todo el dinero de golpe, y sobre todo porque 10.000 juicios uno tras uno requerirían decenas de años así que ellos cuentan con que el implacable aliado llamado tiempo les facilite la labor. Algo parecido pasaba también con los bancos suizos y los judíos expropiados que justificaban que los nazis les habían quitado tal o cual valiosa posesión y requerían al banco que la sacara de sus cajas fuertes y las devolviesen.

En resumen, un título interesante si, como a mí, te gusta el derecho.

Un saludo, Domingo.

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